Los ecuatorianos tuvimos la gran bendición de la visita del Papa Francisco del 5 al 8 de julio del presente año, esto llenó nuestros corazones y reavivó el espíritu de muchos hermanos que estaban olvidando de vivir su fe.
Los JMSP’s en Guayaquil estábamos muy emocionados cuando recibimos la noticia de la venida del Papa a la ciudad, pero esperamos ansiosos el itinerario oficial (el de la derecha) al tenerlo observamos que el lugar más accesible para todos era el parque Samanes en la denominada Misa Campal, fue así como comenzamos a planificar como iba a ser nuestro encuentro con el Santo Padre.
Algunos JMSP’s fuimos como voluntarios, otros como peregrinos pero cada uno tuvo su preparación para ese gran momento. Durante
las preparaciones comprendimos que debíamos abrir nuestros corazones para que el mensaje del Santo Padre quedara bien grabado para después poder compartirlo con los hermanos.
Así con inmensa alegría comenzamos a prepararnos para recibir al vicario de Cristo. (Foto del Diario El Universo).
Unos recordando en qué consistía un voluntariado, otros aprendiéndolo; unos recordando el momento en que Jorge Mario Bergolio fue elegido por el cónclave, otros viviéndolo; Unos poniendo en práctica los mensajes dados por el Santo Padre, otros escuchándolos…
Momentos de servicio por amor a Dios y a nuestra Madre Iglesia. Todos alegres encontramos católicos practicantes y no practicantes listos para servir poniendo en práctica lo poquito o lo mucho escuchado de las enseñanzas del Papa.
Cuando ya faltaban menos de veinticuatro horas para la llegada del Papa Francisco todos llenos de emoción acudíamos al lugar de la Misa Campal.
En la noche recibimos al Cristo del consuelo que llegaba al lugar en procesión con un alto número de feligreses.
Como hermanos todos nos unimos en oración luego pasamos a disfrutar de un lindo concierto, los JMSP’s tuvimos la alegría de poder escribir un mensaje al Papa en una inmensa manta blanca que pronto le será entregada.
Hasta que llegó el gran día!! Todos felices porque pronto tendríamos al Papa entre nosotros.
Y cuando vimos al avión donde él llegaba, nuestros corazones se aceleraron, la emoción nos invadía y la alegría no se podía quedar dentro tenía que salir!! …la sacamos en forma de cantos, barras y agradecimientos al Señor por tremenda bendición.
El Papa Francisco recorrió todo el parque Samanes, dando la
bendición a quienes habíamos ido a su encuentro.
Y todos gritábamos a una sola voz ‘Arriba corazones, ahí viene el papamovil’. Hasta que llegó a la plazoleta que había sido preparada para recibirlo.
Momentos indescriptibles, con lágrimas de la emoción y alegría en el corazón. Estábamos prestos para participar de la Santa Misa precedida por el Santo Padre.
Durante la homilía refiriéndose al evangelio Juan donde se relatan las bodas de Caná, el Santo Padre nos recordó que la Santísima Virgen siempre está atenta ante las necesidades de sus hijos e intercede en todo momento, ella va a Jesús, reza, actúa.
Destacó la importancia de la familia para práctica de un verdadero servicio, servicio que nace del amor, nos dijo: ‘ La familia es el hospital más cercano, cuando uno está enfermo lo cuidan ahí mientras se puede, la familia es la primera escuela de los niños, es el grupo de referencia imprescindible para los jóvenes, es el mejor asilo para los ancianos‘ y nos insistió que en la familia hay que arriesgarse a amar.
También nos llevó a la reflexión de que aquel vino que se había acabado; de pronto, de lo poquito, se hizo el mejor vino, así comprobamos que donde abunda el pecado sobreabunda la gracia. Con eso nos invitó a susurrarles a los desesperados que tengan paciencia, que recen como María, que el mejor de los vinos está por venir.
Con estas palabras en el corazón regresamos a
nuestros hogares llenos de felicidad y con la misión practicar y de compartir con nuestros hermanos lo que allí habíamos aprendido.